Disney, el gigante del entretenimiento para niños que ofrece la cinta Lightyear con contenido lésbico, lanzó al mercado un modelo del icónico Mickey Mouse vestido con los colores del “orgullo” gay o LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales).
El muñeco, que se ofrece junto a la no menos icónica Minnie Mouse, tiene una serie de elementos con los colores LGBT, como unos lentes de sol y una imagen en silueta del rostro y las orejas en la camiseta de Mickey Mouse.
El muñeco se presenta como parte de la “Disney Pride collection” (Colección del orgullo de Disney), que Disney ofrece al público infantil.
En su sitio web, se precisa que “la Walt Disney Company donará todas las ganancias de la Disney Pride Collection hasta el 30 de junio de 2022 para apoyar a los jóvenes LGBTQIA+ y sus familias”.
Las siglas LGBTQIA hacen referencia a las lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, queer, intersexuales y asexuales, conceptos vinculados a la ideología de género, una corriente que considera que el sexo no es algo biológico o natural, sino una cuestión sociocultural.
ACI Prensa pudo constatar que los muñecos de Mickey Mouse y Minnie Mouse se ofrecen en Walmart en México.
Junio, mes del “orgullo” gay
A principios de junio, cuando la Iglesia Católica celebra al Sagrado Corazón de Jesús, ACI Prensa dialogó con dos sacerdotes sobre el llamado mes del “orgullo” gay o LGBT.
“Me parece que un católico no debería celebrar el mes del orgullo gay ni el día del orgullo gay”, dijo el P. Arroyo, Catedrático en la Universidad Panamericana en Ciudad de México.
El sacerdote ofreció tres motivos para esto. “El primero es porque el modo de ejercer la sexualidad no es motivo de orgullo, es una cuestión personal, íntima que no tendría por qué tener una relevancia social, pública, sobre todo en este caso que no representa ningún beneficio para la sociedad”.
El segundo motivo es que “no podemos ser ingenuos: muchas de esas celebraciones del orgullo gay, como los desfiles, están marcados por un fuerte contenido antirreligioso, en contraposición con la Iglesia, con la Biblia, con Dios mismo. Es como colaborar con la causa que no defiende los valores que uno sostiene”.
El sacerdote mexicano dijo que el tercer motivo es que “el orgullo gay o las marchas del orgullo gay no representan a todas las personas que son gays u homosexuales”.
Fray Nelson Medina, sacerdote colombiano conocido por su apostolado en redes sociales, dijo a ACI Prensa a principios de junio que si bien es razonable y correcto respetar a los homosexuales, no es correcto ser obligado a estar de acuerdo con sus prácticas sexuales que son “reprobables e incompatibles con nuestra fe cristiana y católica”.
De ese modo, “por el lado de las motivaciones reales que están detrás del día o el mes ‘del orgullo’, la respuesta es que ningún cristiano tiene nada que apoyar ahí”.
¿Qué enseña la Iglesia Católica sobre la homosexualidad?
La enseñanza católica sobre la homosexualidad está resumida en tres artículos del Catecismo de la Iglesia Católica: 2357, 2358 y 2359.
En estos artículos la Iglesia enseña que los homosexuales “deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta”.
La homosexualidad como tendencia es “objetivamente desordenada” y “constituye para la mayoría de ellos (los homosexuales) una auténtica prueba”.
Apoyado en la Sagrada Escritura, la Tradición ha enseñado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados”, “no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual”, y por tanto “no pueden recibir aprobación en ningún caso”.
“Las personas homosexuales están llamadas a la castidad” y “mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana”.