En el panorama político actual, la preocupación de los partidos denominados «tradicionales», «corruptos» y «vende patrias», como el Partido Acción Nacional (PAN), es más palpable que nunca. Estos términos, que buscan desprestigiar a formaciones con larga trayectoria, a menudo se utilizan para desviar la atención de las prácticas autoritarias de los llamados «neoliberales» de Morena. Recientemente, hemos sido testigos de cómo la mayoría aplastante de Morena y su coalición con el Partido del Trabajo (PT) en los congresos estatales y federales han permitido la implementación de políticas controvertidas sin la debida deliberación democrática.
Un ejemplo claro de este dominio se observó en el estado de Puebla, donde, con una mayoría en el Congreso estatal, Morena y el PT lograron despenalizar el aborto. Este resultado, obtenido con una abrumadora mayoría de votos de Morena, ha generado preocupación entre los defensores de la vida y la familia, como el PAN. La despenalización del aborto sin un registro o investigación adecuada de las causas detrás de cada caso puede llevar a graves consecuencias, incluyendo la coerción de mujeres para realizarse abortos sin su consentimiento pleno.
El aborto es un tema profundamente controvertido y con implicaciones morales, éticas y sociales de gran alcance. Desde la perspectiva de los defensores de la vida, cada aborto representa la pérdida de una vida potencial, un ser humano que no tuvo la oportunidad de desarrollarse y vivir. Además, existen riesgos médicos asociados al procedimiento, que pueden afectar la salud física y mental de la mujer. La despenalización sin controles estrictos puede abrir la puerta a prácticas inseguras y a la explotación de mujeres en situaciones vulnerables. Es crucial considerar que muchas mujeres podrían ser presionadas o forzadas a abortar por sus parejas, familiares o empleadores, sin que se les brinde la oportunidad de recibir apoyo o asesoría adecuada.
La rapidez y la falta de transparencia con que se tomó esta decisión en Puebla es alarmante. Este atropello a los procesos democráticos no es un hecho aislado. En diciembre pasado, la designación de Sergio Salomón Céspedes como gobernador sustituto tras la repentina muerte del gobernador Miguel Barbosa fue criticada por su precipitación. Menos de 48 horas después del fallecimiento de Barbosa, Céspedes fue nombrado gobernador por la LXI Legislatura del Congreso del Estado de Puebla, con 38 votos a favor y solo uno en contra. A pesar de las críticas, incluso desde el mismo partido, y del llamado del presidente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, a respetar la memoria de Barbosa, la designación se llevó a cabo en un tiempo récord.
Este tipo de acciones demuestran cómo una mayoría abrumadora puede utilizarse para impulsar decisiones sin un debate exhaustivo y sin considerar las implicaciones a largo plazo. La aprobación de leyes tan controvertidas como la despenalización del aborto debería estar acompañada de un amplio proceso de consulta y deliberación, asegurando que se tomen en cuenta todas las perspectivas y preocupaciones. Ignorar los posibles riesgos y efectos secundarios de una legislación apresurada es irresponsable y puede tener consecuencias devastadoras para las mujeres y la sociedad en general.
La hegemonía de Morena y sus aliados en el Congreso estatal de Puebla y en otros estados plantea serias amenazas para la democracia y la representación plural. La despenalización del aborto, aprobada sin el debido debate y consideración, es solo un ejemplo de cómo se están imponiendo políticas sin el consenso necesario, lo que podría tener consecuencias negativas a largo plazo para la sociedad mexicana. Es preocupante que un partido con tal mayoría y respaldo ciudadano, influenciado por beneficios económicos directos, continúe implementando políticas que no representan a toda la población.
El PAN, defensor de la vida y la familia, se encuentra en una posición de lucha constante contra un gobierno que parece más interesado en consolidar su poder que en respetar la diversidad de opiniones y los procesos democráticos. En este contexto, es fundamental que los partidos de oposición, como el PAN, sigan alzando la voz y defendiendo los valores y derechos fundamentales de todos los ciudadanos. La responsabilidad de una democracia saludable recae en la pluralidad de voces y en la capacidad de diálogo entre diferentes ideologías y puntos de vista.
En conclusión, la hegemonía de Morena y su coalición en el Congreso estatal de Puebla y en otros estados representa una seria amenaza para la democracia y la representación plural. La despenalización del aborto, implementada sin el debido debate y consideración, pone en riesgo tanto a las mujeres como a los valores fundamentales de nuestra sociedad. Es fundamental que los partidos de oposición, como el PAN, sigan alzando la voz y defendiendo los valores y derechos fundamentales de todos los ciudadanos, defendiendo la vida, la familia y los procesos democráticos, asegurando que todas las decisiones políticas sean tomadas con la debida reflexión y consenso.