En relación a notas que han aparecido en medios escritos y digitales en referencia a que el agua que distribuye a los usuarios, el comentario oficial del biólogo Francisco López, Jefe de Plantas Tratadoras de Aguas Residuales y Laboratorio de Calidad del Agua.
Si bien es cierto que pozos de algunos sectores de la ciudad presentan contenido de arsénico en agua, estos no representan el 56% del total, sino que se trata del 16.15%. Esta agua que es entregada a la población es tratada a través de la dilución de sus componentes para llevarlos a niveles seguros de consumo humano (< 0.025 mg/l) antes de llegar a las casas.
En cuanto al manganeso, las fuentes que presentan este metal son el 9.61% del total, mientras que el uso de hexametafostato de sodio permite una remoción parcial de este elemento, es decir, lo hace inaccesible para la absorción en el cuerpo humano.
Datos obtenidos de la Organización Mundial de la Salud (2020) aseguran que existe una falta de correlación que asocie la ingesta de manganeso vía oral con efectos tóxicos sistémicos en seres humanos, esto es debido a los mecanismos homeostáticos que controlan los niveles de manganeso y que protegen al cuerpo de sus efectos. El manganeso es expulsado del cuerpo naturalmente durante la excreción de la bilis.
El manganeso en agua se encuentra disuelto formando interacciones con otros elementos, esto lo hace inaccesible por inhalación ya que no forma componentes volátiles bajo condiciones normales de presión y temperatura.
Actualmente se está trabajando en la implementación de procesos de potabilización que aseguren mantener los niveles de arsénico y demás componentes por debajo de los límites permitidos por la normatividad vigente (NOM-127-SSA1-2021).