Se supone que esto no debía suceder. Italia fue el primer país occidental que padeció el embate de la pandemia, y después de sufrir una enorme ola de muertes en abril y mayo pudo controlar la propagación.
Con el beneficio del tiempo y la experiencia, Italia tuvo menos focos de infección que España, Francia y Alemania al llegar el nuevo pico de septiembre. Pero el virus se propagó rápida y ampliamente, y el país ha registrado 28 mil muertes desde el 1 de septiembre.