Una huelga de advertencia de los trabajadores del transporte público alemán ha paralizado este viernes metros, buses y tranvías en casi todo el país.
Unos 90.000 trabajadores de más de 130 empresas locales fueron convocados por el sindicado del sector de servicios ver.di en todos los estados federales, excepto Baviera, para demandar la reducción de la jornada laboral, el aumento de vacaciones, días adicionales de descanso para el trabajo nocturno y por turnos, entre otras exigencias.
«Tenemos una escasez dramática de mano de obra en el transporte público y una presión increíble sobre los empleados. Los autobuses y trenes se cancelan todos los días en todas las zonas tarifarias por falta de personal», denunció la vicepresidenta del sindicato, Christine Behle.
La huelga se prolongará durante todo el día, menos en Berlín, donde el transporte se reanudó a media mañana.
El personal de seguridad de varios aeropuertos del país también se encuentran en huelga, también convocada por ver.di. Once aeropuertos, incluidos los de la capital del país y de las ciudades de Hannover y Hamburgo, quedaron paralizados.