La administración de Joe Biden está empezando a revertir la política de salud de la administración de Donald Trump que requería que las personas tenían que trabajar para recibir la cobertura del Medicaid.
En acciones separadas que se tomaron este viernes, funcionarios notificaron a los estados que aprobaron los requisitos laborales que la administración planeaba cancelar esas aprobaciones, y rescindió un documento que se publicó en línea en la Era Trump invitando a los estados para que emitieran nuevos planes de requisitos laborales.
El presidente Biden ha dado indicios desde el principio que eliminar tales restricciones era una prioridad, firmó una orden ejecutiva para solicitar una revisión de tales reglas durante su primera semana en la presidencia.
Sin embargo, el cambio de políticas de este viernes se hizo silenciosamente, sin anunciarlo públicamente.
El Medicaid, un seguro de salud pública en el que hay una colaboración entre el gobierno federal y los estados, proporciona cobertura médica a 77 millones de estadounidenses.
Los requisitos laborales, que desde hace tiempo han sido un objetivo conservador, fueron una prioridad para Seema Verma, quien estaba a cargo del programa federal Medicaid en la administración Trump.
Eso fue un cambio radical respecto a la postura de la administración Obama, que se oponía a la idea de vincular los beneficios de salud pública al trabajo — algo que nunca sucedió en los casi 60 años de historia del Medicaid.
Sin embargo, la agencia del Medicaid de Verma alentó a los estados a aplicarlo, argumentando que esa política podría sacar a los estadounidenses de la pobreza alentándolos a encontrar trabajo.
En la práctica, los requisitos laborales apenas y fueron promulgados. Sólo un estado — Arkansas — inició tal programa. Los planes de otros estados fueron detenidos rápidamente por las cortes o puestos en pausa mientras los funcionarios estatales esperaban a que se llevara a cabo un litigio.
