Cerca de un 70 % de los alimentos procesados que consumen nuestros niños contienen algún tipo de azúcar añadido y el 80% de los productos tienen azúcar.
Alrededor de un 70 % de los alimentos procesados que consumen nuestros niños contienen algún tipo de azúcar añadido. El 80% de los productos tienen azúcar.
Es momento de que los padres comencemos a prestar especial atención a la cantidad de azúcar que consumen en el día nuestros hijos. Y es que los estudios demuestran que un consumo excesivo de azúcar puede ocasionar daños en su salud a corto y largo plazo.
El consumo elevado de azúcar en productos ultraprocesados (no naturales) junto con la insuficiente realización de actividad física en los niños ha fomentado en los últimos años el aumento de la obesidad infantil. También causa enfermedades asociadas como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas y caries dentales, entre otras.
Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son claras, diciendo que:
- En los niños menores de 2 años, se debe evitar el consumo de todos los azúcares añadidos.
- Para los niños mayores de 2 a 16 años, se debe limitar el azúcar añadido al 5 % o menos de las calorías totales.
Daños que puede ocasionar en la salud un consumo alto en azúcares
Tanto el consumo elevado de azúcar en los niños como el de edulcorante pueden tener efectos nocivos sobre su salud y consecuencias a corto y largo plazo.
Algunos de estos efectos pueden ser:
- Afecta a la memoria, la concentración, y el desarrollo del cerebro, específicamente el hipocampo (una región del cerebro crítica en el aprendizaje y la memoria).
- Son más propensos a caries dentales, debido a que los dientes en desarrollo tienen poco esmalte que los proteja.
- Puede ocasionar problemas cardiovasculares.
- Hay un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y obesidad.
Lo ideal es cultivar desde pequeños el amor por los alimentos naturales
La inmensa mayoría de los productos que encontramos hoy en el mercado contienen en mayor o menor medida algún tipo de azúcar agregado. Lo ideal es enseñar a nuestros hijos desde sus primeros bocados el gusto por los alimentos naturales, sin agregado de azúcares ni sal.
«Pero pobrecitos, ¿nada de azúcar?» No, ellos necesitan el azúcar pero proveniente de alimentos naturales, que contengan carbohidratos saludables como las frutas, vegetales, legumbres, cereales integrales, la leche y sus derivados.
Se ha visto que solo reduciendo el azúcar de la dieta de los niños obesos genera mejoras en su salud en 10 días.
¿Entonces es necesario eliminar el azúcar radicalmente de la dieta de los niños?
No, se puede disfrutar con moderación, en mayores de 2 años, es decir en momentos puntuales, no a diario.
Se ha visto que solo reduciendo el azúcar de la dieta de los niños obesos genera mejoras en su salud en 10 días. Además se logra bajar la presión arterial, los índices de glucosa y colesterol. Este estudio lo confirma.
Incluso eliminarlos radicalmente de su dieta podría ser contraproducente, ya que puede conducir a una alimentación desordenada.
Sin embargo, sin necesidad de hacer una dieta restrictiva se puede comenzar, por ejemplo, por limitar el consumo de alimentos básicos para un día establecido. Podemos limitar, por ejemplo, los cereales de desayuno endulzados, panes refinados, bebidas, yogures endulzados y bocadillos.
De esta manera, se va acostumbrando el paladar de los niños a un nivel más bajo de dulzura. Así haremos que los antojos por estos alimentos sean menos y puedan entonces disfrutarlos sin preocupaciones en una ocasión especial.
¿Cómo podemos prevenir el exceso de consumo en el momento de la compra?
- Intenta hacer la compra en tiendas de proximidad, donde encontramos alimentos más naturales, menos procesados, y evitando los grandes mercados ya que allí hay más promociones muy atractivas de productos insanos.
- Evita la compra de alimentos dulces para guardar en la alacena, si en el fondo sabemos que se los comerán fácilmente una vez estén allí.
- Siempre que sea posible visita ferias o mercados de frutas y vegetales donde los niños despierten su curiosidad, pregunten y prueben.
- Cuando toca ir a los supermercados una práctica saludable es mirar el etiquetado nutricional para observar la cantidad de azúcares que contiene el producto y elegir el mejor.
Observa: si el alimento tiene menos de 0,5 gramos por cada 100 gramos, significa que es considerado 0% azúcar, mientras que si posee más de 15%, es un alimento alto en azúcar.
- También es importante leer la lista de ingredientes, recordando que el ingrediente que aparece primero es el de mayor contenido (va de mayor a menor).
Además debemos estar atentos porque podemos encontrar el azúcar bajo diferentes nombres: jarabe o sirope de maíz de alta fructosa (JMAF), agave, caramelo, melaza, dextrosa, fructosa, sacarosa, maltosa, maltodextrina, miel, entre muchos más.
- Se debe tener especial cuidado en el consumo excesivo de refrescos, zumos, bebidas azucaradas de té o cafés, chocolatadas y bebidas energéticas. El azúcar, aunque se encuentra “en forma líquida” en estos alimentos, también es dañino para la salud de los chicos, ya que aporta una dosis de azúcar más concentrada en un corto periodo de tiempo y sin beneficios nutricionales.
- Promueve desayunos y meriendas saludables optando por alimentos proteicos, ricos en fibra, como leche, bebidas vegetales, quesos frescos, cereales integrales sin azúcar, pan integral, frutas, entre otros.
Es fundamental estar atentos diariamente a la alimentación que llevan nuestros hijos, en casa y en el colegio, no importa la edad, tanto si son bebés como si son niños o adolescentes.
Como padres debemos hacer educación alimentaria desde que empiezan a comer sus primeros bocados. Enseñémosles a leer los etiquetados de alimentos, y comer y cocinar en lo posible con ellos. Fomentemos la práctica de deportes o cualquier tipo de actividad física porque así estaremos ayudándolos a estar sanos y tener un adecuado crecimiento y desarrollo.