Para el andarín chihuahuense Julio César Salazar, las cosas marchan muy bien para este cierre de año y vislumbra un 2021 colgándose una medalla olímpica.
“Estoy muy bien y ando bien, sigo acá en la Ciudad de México, echándole todos los kilos, no hay de otra, con tal de cumplir los objetivos y sueños deportivos”, dijo el marchista de 27 años.
Sobre el cambio de entrenador este año ahora con el medallista olímpico Raúl González, sí ha sentido mejoría en su trabajo, lo que le da confianza y seguridad de que va por buen camino.
“Sí, la verdad ha estado pesada la preparación, pero es parte de conseguir un muy buen resultado e ir por el objetivo que planteó el profe Raúl de una medalla”, afirmó Salazar Enríquez.
Probablemente para el próximo año podrán ser dos competencias en las que esté participando como parte de su proceso olímpico rumbo a Tokio, Japón, y una de ellas sería en abril, en Dudince, Eslovaquia, y la otra en mayo, en Podebrady, República Checa.
“Hay mucha ilusión de hacer mejor las cosas por eso prácticamente no habrá descanso en éste cierre del 2020 e inició del próximo año” y agregó “Iré a Chihuahua a ver a la familia, pero salgo el 24 en la tarde después de entrenar y entrenaré allá el día 25, 26 y 27 de diciembre y estamos de regreso, realmente no pararé, tomamos la decisión de enfocarnos y dar lo mejor en esta parte de la esta, para poder llegar bien a la primera competencia y que desde ese punto se dé un buen resultado para poder estar más tranquilo en lo que queda del cierre de etapa”, finalizó.
Asimismo, volver a dar la marca olímpica (abajo de una hora y 20 minutos para los 20 kilómetros de marcha) no es el objetivo principal para González y Salazar.
“Nosotros queremos ir más allá, queremos ser más ambiciosos, mostrar que andamos bien, siguiendo el plan de entrenamiento como debe ser, y hasta el momento vamos muy bien, entonces el objetivo no es dar esa marca olímpica, sino bajar más el tiempo, mostrar que se puede competir con los mejores”, explicó.
Cabe mencionar que Raúl González, dijo en su momento que el profesionalismo del marchista chihuahuense fue una de las cualidades que lo llevó a comenzar a trabajar con él.
Salazar, olímpico en Río de Janeiro 2016, decidió unirse al equipo de González, luego de tener una plática con él y viajó a Ciudad de México para ponerse a sus órdenes.
“Es un muchacho muy comprometido, muy serio, con buena ética de trabajo, pero sobre todo eso, mucha seriedad, esforzado, entre muchas otras cualidades, que nos llevaron a que trabajáramos con él”, refirió González.