- En Ciudad Juárez, parece que la incongruencia es moneda corriente entre algunos sectores empresariales.
Mientras que hace días se rasgaban las vestiduras por un alza del 1% al Impuesto Sobre Nómina (ISN), permanecieron en silencio absoluto frente a decisiones municipales que golpean con mayor dureza no solo a sus trabajadores, sino a sus propias empresas.
Un caso emblemático es el cheque por más de 2 millones de pesos entregado a la Asociación de Ingenieros y Arquitectos, quienes promovieron el incremento al impuesto predial. Este ajuste afectará directamente a los bolsillos de los empleados y las finanzas de las compañías, pero ahí no hubo protestas de CANACINTRA, CANACO, CCE Juárez, ni FECANACO Juárez. No levantaron la voz, no mostraron indignación.
Mientras tanto, otros golpes a los trabajadores pasaron desapercibidos:
- Incrementos en multas y otros impuestos municipales.
- Malos manejos en la administración municipal, como los gastos millonarios en eventos cuestionables como el Juan gabrielísimo, con resultados mediocres, y una Feria Juárez que terminó en pérdidas y demandas.
- Desalojos injustos en colonias como Villas del Sur, donde el encargado de asentamientos humanos cobró y robó el dinero de familias vulnerables.
- Aprobación del puente de la Vicente Guerrero, que destruirá una parte vital del centro de la ciudad, sin importar su impacto cultural y social.
¿Y los empresarios? Bien, gracias. Callaron ante todo esto.
La Ley del INFONAVIT es la gota que colmó el vaso y ahora, ante la reforma que vulnera los ahorros de miles de trabajadores, comienzan a alzar la voz. ¿Por qué solo ahora? Porque los errores del gobierno federal ya no son ignorables, porque el despojo de los derechos laborales y los ahorros de los trabajadores es una bofetada que les recuerda que también son responsables de lo que sucede.
Pero, dónde estaban cuando:
- Los regidores del oficialismo, como Pedro Matus, Alderete y Acosta Áviña, avalaban todas las decisiones municipales sin cuestionamientos?
- Tres personas mueren al día en la ciudad debido a la falta de seguridad y estrategias efectivas.
- ¿Dádivas electorales y despilfarros evidentes mantenían el control político local?
Lecciones que no debemos ignorar y recordar que No todo lo que brilla es oro, y no todas las palabras de estos actores políticos y empresariales son sabias ni verdaderas. Las instituciones en México están siendo desmanteladas poco a poco, y las voces que deberían defender los derechos de los trabajadores y ciudadanos han optado por guardar silencio estratégico ante los abusos.
Empresario, te preguntamos:
- ¿Ahora sí levantarás la voz por tus trabajadores?
- ¿Seguirás permitiendo que se perpetúen las malas prácticas de gobiernos municipales y federales?
- ¿Defenderás sus ahorros, sus derechos y su estabilidad frente a leyes injustas como la reforma al INFONAVIT?
Es momento de actuar con valentía, porque ya no se trata solo de un impuesto o una decisión aislada: se trata del futuro de Juárez, de sus empresas, y de los trabajadores que son el motor de esta ciudad. Que esta sea una lección para todos: la indiferencia solo deja paso a la destrucción. La pregunta es, ¿quién dará el primer paso para detenerla?