En los últimos días, los integrantes del Partido del Trabajo (PT) han demostrado que, cuando se trata de política, el desorden y la falta de coherencia parecen ser su sello distintivo. La actividad frenética que mostró no dejó más que una estela de declaraciones absurdas, conductas cuestionables y contradicciones que no solo embarran su imagen, sino que han obligado a sus aliados de Morena a dar la cara por una coalición que cada día se percibe más desgastada.
De lo ilógico a lo ruin
- El espectáculo de Noroña y Corral
La reciente confrontación entre Gerardo Fernández Noroña y Javier Corral en la Cámara de Senadores dejó al descubierto las fracturas internas de quienes, en teoría, deberían representar un frente común. Lo inaudito no es la pelea en sí, sino que incluso los mismos senadores aliados de Morena no dudaron en calificar a Corral de «malagradecido». Este enfrentamiento refleja la incapacidad del PT y sus aliados de mantener una narrativa unificada, exponiendo sus luchas intestinales al público. Como diría mi abuelito, aquí hay más jefes, que indios.
- La transfobia y la incongruencia de Lilia Aguilar
La diputada Lilia Aguilar, conocida más por sus desplantes que por su trabajo legislativo, volvió a dar de qué hablar. Desde su desvencijada casa de enlace en Ciudad Juárez —más parecida a un tiradero que a un espacio digno de atención ciudadana—, se dedicó a cuestionar el sexo del candidato en Ocampo. ¿Olvida Aguilar que su partido, en coalición con Morena, aprobó las leyes que permiten el cambio de género sin mayores restricciones? Este tipo de declaraciones no solo son transfóbicas, sino que exhiben una hipocresía alarmante de lo dicho al hecho. Y por si fuera poco, también trabajando en coalición y de la mano con Javier Corral, al que la diputada le había dicho asesino y hasta feminicida, no cabe duda que son puros arguendes y mentiras el trabajar por la gente.
- Jael Argüelles: La no querida del PT al protagonismo innecesario con Morena
La ex petista y ahora morenista Jael Argüelles Díaz parece vivir en un universo alterno donde su influencia es determinante. Desde que brincó de un partido a otro, su protagonismo no ha sido bien recibido ni siquiera por sus nuevos compañeros de Morena, quienes la consideran una oportunista sin mérito político. Sin embargo, eso no le impide atacar a la gobernadora con discursos incendiarios que carecen de sustancia y de respaldo popular. Que se ponga a trabajar con la gente, ya que, de no ser querida en el PT, ahora que milita en morena, no hace nada por trabajar, mas solo cuidar su puesto y seguir ordenes de Cuauhtemito Estrada.
- Pedro Matus: el regidor deudor e hipócrita
Cerramos con Pedro Matus, regidor de Ciudad Juárez, quien encabeza manifestaciones contra un supuesto aumento en las tarifas de la Junta de Agua y Saneamiento (JMAS). ¿El detalle? El propio Matus adeuda más de 10,000 pesos a la JMAS. ¿Cómo pretender liderar una protesta cuando ni siquiera cumple con sus propias responsabilidades como ciudadano? Su calidad moral es tan cuestionable como su efectividad política, dejando a los juarenses con más preguntas que respuestas. Sin dudar, lo aprendido por su maestro Noroña en su momento, de no pagar el IEPS en la gasolina, el IVA en productos fue bien aprendido por el regidor, no fijándose que si estiras de mas la liga se puede romper, y eso puede doler mucho. Así como cortarte el agua por el adeudo y decir que es persecución política.
¨Así es como terminamos con el Partido del Trabajo sin rumbo y sin dueño¨
Lo que queda claro es que los integrantes del PT no solo carecen de un liderazgo sólido, sino que parecen no tener idea de quién manda realmente en su partido. Entre sus constantes contradicciones y su incapacidad para trabajar en equipo, Morena debería poner un alto a las ocurrencias de sus aliados, quienes más que sumar, restan y reflejan que el votante que decidió en 2 de junio, no se fijó en estos dimes y diretes que nadie quería.
Por ahora, el PT se lleva un tache monumental, adornado con espinas, y se posiciona como un ejemplo de lo que no debería ser un partido político: desorganizado, sin vergüenza, incongruente y cada vez más alejado del sentimiento del pueblo al que dice representar.
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